sábado, 22 de octubre de 2016

Relaciones Interpersonales Identidad y Amor III

Las Circunstancias Nos Cambian
Pero  Las Decisiones Lo Hacen Aun Mas

Los días siguientes transcurrieron de manera rutinaria, sin embargo por momentos a Marx le asaltaba la duda de que estaría pasando con Susam pese a que desde aquel día no sabía nada de ella, sigue rondando en él la idea de que habría sido mejor proponerle vivir algo, así por lo menos habría algo más que un simple sin sabor;  aun así no era algo que se apoderara de su pensamiento pues él hacia un gran esfuerzo en no permitir que el tema fuera su prioridad, más cuando en este momento su salud no estaba del todo bien.

Era viernes y Susam preparaba su atuendo para el coctel de la noche, mientras elegía que vestir era inevitable sentir ansiedad  por su reencuentro con Marx, posiblemente él tendría una actitud frívola con ella debido a su distanciamiento repentino, pero más allá de eso ella quería lucir tan encantadora que no pasaría desapercibida ni siquiera ante Marx.

-Buenas noches Kaitlyn. Dijo Marx a su secretaria.
-Buenas noches jefe.  ¿Asistirá al coctel de esta noche? Pregunto ella a Marx
- Nada me encantaría más, pero me siento realmente mal, la cabeza me va a estallar.
- Es una pena que no pueda asistir los colegas esperaban contar con su presencia, todos sentirán su ausencia. - Dijo Kaitlyn bajando la cabeza con un gesto de compasión.  - Es importante que visite al médico nunca se sabe.-  Agrego.
- Por supuesto si no mejoro lo hare, pero espero reponerme  con algo de reposo. Gracias por tus palabras, me disculpas con todos por favor. -  Dijo Marx mientras pedía el ascensor.

  Kaitlyn su secretaria estaba realmente preocupada por su salud, siendo el un hombre tan profesional en sus asuntos al que nunca se le veía bajar la guardia y  menos en cuestiones de trabajo, era seguro que estaba realmente mal para no asistir a un coctel de negocios de esta magnitud.

Marx entra a su habitación se pone cómodo y se escabulle entre las sabanas tratando de relajar su cuerpo para ver si logra dormir o por lo menos sentirse algo mejor.
El evento transcurría de la mejor manera todos muy contentos y haciendo las alianzas necesarias, el ambiente era ameno, música tenue, decoración minimalista pero acorde, una buena atención y sin duda un aire de glamour que se reflejaba en los atuendos y la etiqueta en el tono de la voz de los asistentes, Susam recorría el lugar saludando mientras visualmente trataba de encontrar a Marx, de repente vio entrar a Kaitlyn y se extraño de verla asistir sola así que fue a su encuentro, sin embargo antes de poder hacer contacto con ella, Kaitlyn subió al estrado tomo el micrófono y dio el anuncio que nadie se esperaba.

-Buenas noches para todos espero que estén teniendo una gran velada, algunos ya me conocen para quienes no mi nombre es Kaitlyn Dunne soy la Secretaria del Señor Marx Brown quien ofrece disculpas a todos por no poder asistir esta noche a tan importante evento, es un asunto de fuerza mayor así que yo estaré en representación de él y  cualquier asunto que quisieran tratar esta noche podrán comunicármelo yo estoy al tanto de todo y con gusto les podre colaborar, gracias por su atención.

Susam salió del lugar y se dirigió a su automóvil mientras llamaba por celular a Marx, quien no atendía, lo cual la puso aún más nerviosa; así que sin pensarlo dos veces se dirigió al apartamento de él. Al llegar al lugar el vigilante llamo al citofono para anunciarla pero no atendían, en ese momento el celular de Susam sonó era Marx.

– Hola ¿cómo estás?, ¿qué ha pasado contigo? ¿Porque no te fue posible asistir al coctel? Expreso Susam rápidamente.
-Estoy un poco mal de salud, hace algunos días he tenido fuertes dolores de cabeza y hoy es uno de esos días en los que el dolor no me permite hacer mayor cosa. -Menciono Marx con voz débil
-Gracias por devolver la llamada estoy aquí, en la portería. - Dijo Susam
-¿De verdad?,  ya me comunico para que puedas seguir. - Propuso Marx atónito con la noticia.

Susam  abrazo fuertemente a Marx en cuanto abrió la puerta de su apartamento y le dijo en voz baja. – Creí que algo realmente malo te había ocurrido, estaba aterrada.

Marx sonrió y expreso en tono sarcástico – Eres muy exagerada haces de todo un drama.

-Eres muy grosero ¿lo sabias? Manifestó Susam mientras colgaba su bolso.

Allí estaban ambos viviendo un momento que los llevaba al principio de todo, era el momento de hablar, de vivir o talvez de quedarse allí, esperando que algo estrepitoso acontezca y fuerce las situación y los lleve hasta donde sea necesario;  las personas son inconformes, siempre habrá algo de que quejarse algo que recriminarse o recriminar a otro pero el punto es que nadie vive los momentos como debería vivirlos ni siquiera aquellos que creen que lo hacen, porque en realidad que es lo que queda después de una experiencia? , Que es lo que queda después de cada momento? ; a veces no queda  más que un recuerdo. Nadie tiene las respuestas respecto a que consecuencias traerá huir o enfrentar lo que se siente, sin embargo lo que cuenta va mucho más allá de eso, lo que cuenta es de que manera puede marcar nuestra vida y hasta qué punto será lo suficientemente significativo para que sea más que un lindo recuerdo para sumar a la lista de experiencias vividas.

Marx se acercó a Susam y la beso dócilmente, dijo con mesura a su oído – Estas  muy hermosa y ya que estas tan melodramática porque no vivimos el momento y que pase lo que tenga que pasar, ella lo beso, empezaron a acariciarse y a encontrarse el uno en el otro, Marx deslizaba sus manos en la espalda de Susam jugando con su escote prominente que llegaba hasta el contorno de sus  glúteos,   sus prendas de vestir iban quedando en el suelo al paso que iban caminando hacia a la habitación, el momento era mágico de esos inesperados pero inigualables en los que no existe espacio para pensar más que para sentir, de repente el teléfono sonó incesantemente. Lo que vendría después llevaría a Susam a tomar la decisión que la haría retroceder y equivocarse nuevamente. Las circunstancias juegan con nosotros les permitimos controlar lo que somos y lo que vendrá para nosotros actuamos creyendo que tenemos el autodominio y la personalidad necesarias para decidir, pero la gran verdad es que casi siempre quien decide es la situación del momento porque es de acuerdo a esta que actuamos y elegimos, y  olvidamos que las circunstancias son solo eso, acontecimientos de momento y cuando miramos hacia atrás no estamos aquí o allí por elección sino por una cuestión circunstancial, y eso pasa pero las decisiones tomadas se quedan.

A algunas personas les cuesta mucho tomar decisiones, otras en cambio tienen la gran cualidad de decidir con seguridad y asumir lo que venga; sin embargo sin importar que tan pronto o tardíamente se haga, siempre habrá un momento para tomar malas decisiones, esas que martillan en alma y ensordecen los sentidos, esas que te enseñan pero no te garantizan nunca más equivocarte.


yess

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